El Plan activó frecuencias dormidas
en la Humanidad. Los ‘espejismos’ forman parte de esas frecuencias que dormían
tranquilamente un sueño inconsciente en el trasfondo psíquico de la Raza. Ahora
esas frecuencias están siendo movilizadas por las Energías Solares
descendentes, las cuales al impactar en los planos astral y mental del Planeta
remueven las zonas obscuras, desincrustando el mal allí alojado.
El “mal” principal del cual hablamos
en esta oportunidad es “la Ignorancia”.
La verdadera IGNORANCIA, desde el
punto de vista filosófico existencial, es el desconocimiento de la ESENCIA de
la Vida. El desconocimiento de la esencia primordial de la existencia es debido
a que la mente del ser humano está
condicionada por “espejismos”, es decir que se encuentra en un estado de
sugestión y autohipnosis.
La
mente del Hombre, lejos de estar en conexión y armonía con ‘las Esencias’, está
amoldada a conocimientos falsos basados principalmente en el dictado de sus 5
órganos sensoriales de percepción.
La mente humana se ha “crudificado”
y “cristalizado” en virtud de su conexión con la percepción de los objetos
materiales, y además ha sumado a la superficial impresión de sus sentidos la ilusión producida por las hondas
astrales de fantásticas imaginaciones influidas por el miedo y la violencia que
viven en su ancestral “mente instintiva”.
La mente
instintiva es la parte ‘subconsciente’
de la psiquis humana, es decir, lo que se halla “por debajo” o “por detrás” (en
sentido figurado) de la conciencia. El subconsciente es la zona de la mente
donde se guarda, como en un gran archivo, todas las experiencias infrahumanas,
es decir, el gran antepasado remoto del hombre, antes de que el hombre fuese
“hombre”…
La mente subconsciente es el almacén
del conocimiento instintivo, y en esta área de la mente viven “elementales”(1)
capaces de obedecer a la voluntad consciente del ser humano, pero todavía el hombre
en general, ignorante de su constitución interna, no conoce “los aliados” que
lleva dentro de sí mismo, y al no prestarles atención, deja que esas fuerzas
actúen sin control ni dirección.
Como dijimos, la mente subconsciente puede ser, y lo es
en muchos casos, una gran aliada del ser humano. Cuando se está en búsqueda de
la resolución de algún problema, la mente
subconsciente trabaja sin que el nivel consciente se percate de esa intensa
labor, y aporta posibles y creativas soluciones al problema. Pero el ser humano
debe antes dar el bosquejo claro del problema al subconsciente, es decir, debe
ocuparse de tener el problema a resolver muy claro en su mente, al igual que
concentrada claridad en su intención y propósito. Si es capaz de tener esas cualidades
de concentración y claridad consciente (las cuales no todos los humanos
poseen), ocurre que cuando la mente consciente “olvida” el problema, es decir,
se relaja, o simplemente el ser humano se va a dormir, al despertar al día
siguiente encuentra en su mente consciente la solución; el problema ha sido
resuelto sin que aparentemente ningún esfuerzo se hubiese realizado.
En verdad que sí hubo mucha energía
puesta en actividad, pero no en el nivel del pensamiento consciente, sino en el
nivel subconsciente. En este nivel las fuerzas elementales han trabajado
durante la noche (o durante el tiempo de relajación del nivel consciente) y han
resuelto el problema.
Este fue un simple bosquejo
explicativo de cómo la mente
subconsciente puede convertirse muchas veces en un verdadero “aliado” para
el hombre. Pero volviendo al tema principal de este mensaje y centrándonos así
en el “espejismo”, diremos que la mente
subconsciente, además de poder ser una “aliada” para los hombres que
consciente o inconscientemente han aprendido a servirse de ella, puede ser
también una enemiga de la voluntad humana, porque en el nivel subconsciente se encuentran los instintos más bajos del
pasado humano animal (sostenidos por elementales de esa vibración), y es en
esa parte del subconsciente donde existen los temores ancestrales que se
manifiestan comúnmente como varios tipos de “fobias” en el inconsciente
colectivo, como así también los mecanismos reflejos de ataque y defensa que
conllevan carga de violencia.
Las
compulsiones violentas y fóbicas tienen su raíz más primitiva en esta zona
obscura y olvidada de la mente, y es justamente lo que está siendo movilizado
por las fuerzas lumínicas y purificadoras del Sol Espiritual.
La
mente instintiva ha sido generada en el pasado infrahumano, cuando el alma
grupo mineral, vegetal y animal iban recogiendo experiencias en la incipiente
vida etérica, astral y mental que cada uno de estos reinos poseía. De los
reinos infrahumanos, el reino animal es el más cercano al Hombre en evolución, y es el que comenzó
con un incipiente desarrollo del principio mental. Pero, claro está, que ese
desarrollo mental respondía a instintos de conservación, territorialidad,
preservación de la especie, dominio de la manada, y solo en casos avanzados de
animales más evolucionados, a elaboraciones mentales algo más complejas.
Cuando el alma en la vida animal,
dejó de ser un “alma grupo” para convertirse en “alma individual”, humana, se
fue replegando la parte instintiva a una zona oculta de la mente, mientras la ‘mente intelectiva’ ganaba terreno en la
conciencia.
Cuando el Intelecto comenzó a
funcionar, surgiendo así los códigos de civilidad y moralidad impuestos por las
nuevas costumbres y creencias, el instinto ancestral quedó replegado a lo que
hoy llamamos “subconsciente”. Esto era necesario y lógico que sucediese de esa
manera, porque el ser humano no era aún capaz de abordar un proceso profundo de
transmutación y purificación, por lo cual el mecanismo lógico fue el repliegue
de la fuerza del instinto al interior de la mente.
Lógico es de suponer, y claro es,
que desde esta zona oculta de la psiquis, el instinto ha permanecido vivo,
ejerciendo presiones varias sobre el nivel consciente de la mente humana, lo
cual ha generado tantos conflictos y luchas internas.
Épocas y civilizaciones pasaron en
esta condición de repliegue del instinto animal en una zona inconsciente(2) de
la mente, y es hoy, en la actual Época
Aria, donde se ofrece la posibilidad de una ‘purga purificadora’ de la psiquis
humana como nunca antes ocurrió en ninguna civilización sobre la Tierra.
Esto, como fue explicado, es gracias
a las Energías Solares entrantes al orbe planetario, las cuales, al elevar la
vibración de la materia, desprende los elementos espurios.
Existe en la mente subconsciente
colectiva mucho material de baja vibración y todo ello está siendo removido,
capa por capa, con las diversas consecuencias que esto conlleva, según la
preparación, escasa, positiva o nula de cada alma.
Los espejismos de creencias o “fantasías
de la realidad” que existen en variados grupos tienen su raíz en el
subconsciente, con raíz principal en el “MIEDO” que de esa zona desconocida
proviene. Es la energía del “MIEDO” la
que ha generado y sostenido creencias de todo tipo, a manera de intento de
protección psicológica. Veamos esto brevemente:
Al pasar el alma evolucionante, de
la vida instintiva animal a la vida individual como “hombre”, el alma comienza
a reconocerse como un ser vivo ‘separado’ del resto de las cosas; así se lo revelan
los órganos sensoriales en el cuerpo humano en asociación con el intelecto.
Esta
es ‘la caída’ del Paraíso de la Unidad en el mundo de los sentidos materiales y
del ‘intelecto’, es decir, un mundo de división y separatividad. La naturaleza de
los órganos sensorios es captar objetos que rodean al individuo, y la del
intelecto es “nombrar”, separar, clasificar, y reagrupar esos objetos según
cualidades y características, y en el cenit de su desarrollo el intelecto llega
a adquirir poder de “síntesis”, reconquistando después de un largo proceso, la
Unidad. (Así lo hace el experimentado y verdadero filósofo).
La caída del hombre desde el Paraíso
de la Unidad (inconsciente) al mundo de la ilusión de los sentidos y del
intelecto era necesario que ocurriese para el desarrollo de la mente. Este
proceso generó el dolor de la separatividad y la soledad, y el miedo a la
inseguridad, energías que se fueron alojando en la mente subconsciente, y que
generaron creencias y mitos por instinto de preservación psicológica. Es por
este motivo que el hombre ha llegado a vivir en base a espejismos
autogenerados, de los cuales deberá liberarse, y el proceso de Liberación ya ha
comenzado, aunque no todas las almas están preparadas para realizarlo.
Por ahora las Energías
Solares movilizan la estructura vibracional etérica, astral y mental en el
Planeta, y todo sigue un proceso de
purga natural, lo cual culminará en una gran y definitiva ‘Limpieza’ de todo
aquello que se resistió al proceso.
Ser conscientes de estos temas es de
fundamental importancia para no resistir la purificación y los consecuentes
síntomas. Estar en paz durante el proceso de cambios vibracionales es lo
necesario.
Que cada estudiante sepa permanecer en esa PAZ.
INSTRUCTORES INTERNOS
1-
Elementales:
Espíritus de la Naturaleza; entidades etéreas (no visibles
ordinariamente al ojo humano) que constituyen las fuerzas de la Naturaleza. En
el mundo físico se los puede clasificar en elementales del aire: “silfos”, del
agua: “ondinas”, de la tierra: “gnomos”, y del fuego: “salamandras”; pero
existen elementales en cada plano o mundo de la Existencia. En el mundo astral,
por ejemplo, existe “el elemental del
deseo”, es la substancia sin la cual el ser humano no podría desear ni
sentir; elemental que el Hombre
deberá superar y trascender a medida que se eleve en conciencia a regiones
superiores. En el plano mental,
existen elementales que son la
esencia “material” del pensamiento; es decir que, sin los Elementales de la mente, no sería posible “pensar”. Los Elementales de la mente han tenido un
natural entrenamiento durante la evolución del ser humano, y es por ello que en
su subconsciente estas entidades tienen cierta sabiduría de experiencia (‘sabiduría
elemental’), y están siempre trabajando en el subconsciente del hombre con el
material que este les entrega desde el nivel consciente.
(Para quien le interese profundizar, se
recomienda incursionar en ‘Teosofía’).
2-
Inconsciente: Esta palabra generaliza e incluye todo ‘lo
que no es consciente’. Pero en el inconsciente existen diferentes “regiones”,
“mundos” o “niveles”. El nivel “subconsciente” es una de esas regiones, donde
están las fuerzas inferiores de la Naturaleza; pero también existe la región
“supraconsciente” (con muchos subniveles), a la que corresponde la mente
superior, Buddhi y Energías aún superiores. La palabra “inconsciente” es
generalizadora, pero el investigador de las ciencias esotéricas y metafísicas
sabe distinguir entre los dos niveles principales del inconsciente: el
subconsciente y el supraconsciente.